Gracias a la tecnología, lejos de hundir a la profesión en un pozo, los periodistas podemos darle nueva vida al oficio. Ha sido gracias a las redes sociales que hemos visto un hilo en Twitter compartido por el periodista español Eduardo Suárez (@eduardosuarez). El hilo original al que hace referencia Eduardo es obra del compañero holandés Ernst Pfauth (@ejpfauth), cofundador y director ejecutivo de «The Correspondent», una de las apuestas europeas de ‘Nuevo nuevo periodismo’ que mejor pinta tiene en el panorama internacional. Y la aportación de Pfauth refuerza precisamente esta idea de que la tecnología es un aliado, no un enemigo.
El hilo de Pfauth es tan interesante y esclarecedor sobre un posible camino para el futuro inmediato del periodismo que nos hemos permitido la libertad de hacer una traducción (libre) y transformarlo en post, para compartirlo en nuestra web. Sigue leyendo para saber de qué va.
Existe un recurso genial sin explotar en el periodismo actual que está disponible para cada uno de los profesionales del oficio desde ahora mismo: se trata de la experiencia y pericia especializada de los lectores. Darles la oportunidad de compartir aquello que saben puede transformar el periodismo de manera fundamental.
¿Cuál es la idea básica? Que la mayoría de la gente no sabe un montón de cosas sobre un montón de temas. Pero cada elemento individual de esa «gente» sabe mucho sobre un único asunto en particular. Comparto en este hilo tres sugerencias para aprovechar ese conocimiento.
En principio, recuerda que cada uno de tus lectores es profesional de algo. El periodismo que haces está siendo leído, visto o escuchado por doctores y pacientes, profesores y estudiantes, directores ejecutivos y fontaneros. Juntos saben mucho más que tú sobre el cuidado de la salud, sobre la educación, sobre dirigir una compañía y sobre fontanería. Para lograr que tu público comparta ese conocimiento sólo tienes que pedirlo. En la era de la imprenta, hacer este tipo de petición era muy complicado ¡pero ya no lo es! En la era digital el público se puede convertir en fuente de información — si le das la oportunidad de hacerlo, compartiendo lo que sabe —.
En «The Correspondent», en Holanda, hemos comprobado que existe una gran predisposición de nuestro público a hacerlo. Los lectores no sólo quieren apoyar económicamente el periodismo que hacemos, sino que quieren aportar su conocimiento y experiencia personal. Y es nuestra responsabilidad profesional como periodistas ayudarles a hacerlo.
Sin embargo existe un obstáculo que debemos superar. La mayoría de profesionales del mundo de los informativos odian la sección de comentarios. Y es bastante comprensible, en cierto sentido. La gran mayoría de aportaciones en esta sección son… por decirlo suavemente, poco constructivas e informativas. Pero esto es así únicamente porque no invertimos demasiado en esta sección, en particular. Rara vez aparecen periodistas en las secciones de comentarios. Y si lo hacen, no es para hacer un buen uso de este recurso, precisamente. Ocurre como cuando te quejas porque tu relación de pareja no va bien, pero nunca estás en casa para tratar de pasar tiempo con esa misma pareja.
He aquí tres sugerencias, si quieres involucrar a tus lectores en el periodismo que haces. No será un camino fácil, no obstante. Si crees que la participación del público es importante vas a tener que convencer de ello a tu audiencia casi puerta por puerta. También a cada periodista. Prácticamente uno por uno.
Sugerencia 1: No pidas aportaciones de tu público únicamente después de una publicación. Anuncia aquellos artículos y temas en los que estás trabajando para publicar en un futuro cercano. Explica qué es lo que estás tratando de averiguar y por qué el tema del que tratará tu trabajo es importante. «¿Pero no me pisarán el tema?» NO, porque actuando de esta forma estás reclamando su autoría, automáticamente. Cuando el periodista del Whashington Post David Fahrenthold (@fahrenthold) comenzó a compartir imágenes de su cuaderno de notas, cuando estaba investigando los esfuerzos filantrópicos de Trump, se apropió de esa historia inmediatamente (y, finalmente, también de un Premio Pulizter). Se habla de este asunto en particular en el podcast de audio Pull up a chair (en inglés).
Evidentemente, esto no se aplica en aquellos trabajos de investigación que deben ser secretos hasta su publicación. De cualquier modo, serás capaz de publicar muchos más trabajos de este tipo si extiendes tu red de contactos y fuentes incluyendo en ella a integrantes de tu público. Esto lo experimentamos en la sección holandesa de «The Correspondent». Uniendo fuerzas con los lectores logramos exclusivas que nunca hubiéramos podido publicar trabajando en solitario.
Sugerencia 2: Invita a tu público a compartir el conocimiento y la experiencia que poseen durante tu propio proceso de investigación, para un tema determinado. Haz preguntas muy concretas y revisa bien toda la información que adquieras, por si pasas algo por alto. De esta manera, los lectores, oyentes o videntes que sean auténticos especialistas en ese tema se sentirán más animados a contribuir. Hay que ser muy específico al hacer este tipo de preguntas, no obstante. De este modo, evitarás que el intercambio productivo de información se convierta en un cruce de opiniones intercambiables totalmente inútil. La discusión debe tener un objetivo claro, porque el público debe saber exactamente qué es lo que estás buscando.
Sugerencia 3: Sé honesto y abierto. Contar a todo el mundo lo que estás aprendiendo como periodista durante el proceso hace que tu trabajo sea más accesible y permitirá que tu público comparta su conocimiento contigo más fácilmente. De modo que — redoble de tambores — debes contar con un cuaderno de notas de trabajo que sea público (en formato blog, por ejemplo). En él podrás incluir y compartir transcripciones de entrevistas, sugerencias de lectura y preguntas para tu audiencia. No te preocupes por el tráfico que esto puede generar. Preocúpate por lo útil de las interacciones y la conversación que puedes generar a partir de ellas. Este tipo de aportaciones públicas animará a la audiencia bien informada sobre algo en particular a compartir su conocimiento del tema con todos.
¿Quieres hacer pruebas del método de la forma correcta? Pasa algún tiempo en la sección de comentarios de tus publicaciones. Tus compañeros puede que crean que te has vuelto loco pero, después de un tiempo, la calidad de los comentarios aumentará, porque los lectores sabrán que estás leyendo y respondiendo de verdad sus aportaciones. Trata de convencer a tu jefe de la importancia de tener diversidad de fuentes y contactos y trata de «arañarle» tiempo a la jornada laboral que te permita interactuar con la audiencia. No olvides informar a tu jefe, cada vez que este tipo de relación te proporcione un éxito a la hora de publicar.