Varios

José Manuel Blanco «Josito». In Memoriam

A toda la profesión se le rompe algo dentro cuando un compañero se deja la vida en el ejercicio de nuestro oficio. El dolor es mucho mayor aún cuando quien nos deja lo hace tras dejarse la piel en otra guerra distinta, igual de cruenta, que se libra al lado de casa. En esas batallas los fusiles toman la forma de las jeringuillas y las vías intravenosas. Son guerras donde las trincheras son camas de hospital.

Hoy nos ha dejado nuestro compañero José Manuel Blanco, «Josito», para todos los del gremio en Salamanca. En esta ocasión, el cáncer ganó la batalla, aunque José quiso pelear hasta el último día. Buen periodista, no se contentó con mantener esta lucha en los límites privados del seno familiar y los círculos de amigos más cercanos. Nos lo contó a todos, a través de las redes sociales, con transparencia, buen humor, naturalidad y precisión de cirujano. Como el inmenso profesional que siempre fue.

Tras de sí deja una familia y un colectivo de compañeros destrozados por la pérdida, tan injusta y antes de tiempo, pero con la inmensa luz que se desprende de una carrera sin tacha. Y también con un ejemplo de vida que hace buena la afirmación de Ryszard Kapuscinsky en su libro «Los cínicos no sirven para este oficio»: no se puede ser buen periodista, si antes no se es buena persona.

Todos sus compañeros guardamos como un tesoro su lección vital, su calidez y la incomparable grandeza de algo tan sencillo de expresar, pero tan difícil de contener con burdas palabras: ser una buena persona, un ser humano inigualable. Desde la Asociación Salmantina de Periodistas queremos transmitir a sus familiares y amigos el dolor que todos sentimos por tener que despedirnos de «Josito» tan pronto. Les hacemos llegar nuestra condolencia sincera pero, sobre todo, nuestro agradecimiento a José. Por contar pero, más importante… por ser. Descansa en paz, compañero.

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