Un terrible crimen en la Salamanca rural de los 50 es el punto de partida de la última novela Basilio Rogado. La España de los últimos años del franquismo es el escenario de su desenlace. Dentro del ciclo «Periodistas para una nueva era», el veterano profesional presentó en Letras Corsarias «Algunos deben morir. Historia de una manada en tiempos de Franco», un tenso y vibrante viaje en dos etapas por la sociedad de la dictadura que auna la novela negra y el periodismo que intentaba esquivar la omnipresente censura.

«Esta novela es histórica con una trama policíaca. O una novela negra ambientada en un momento histórico concreto, el año 1968». Rogado (Madrid, 1943) sitúa el nudo y el desenlace de su relato en el año del Mayo del 68, de los Juegos de México y de la matanza en la plaza de Tlatelolco, el año en que Massiel gana Eurovisión bajo sospecha y Julio Iglesias asoma en Benidorm. Los sucesos prodigiosos de aquel año se integran en su novela como el escenario en que se mueven sus protagonistas, algunos de ellos entregados al primer periodismo que pretendía hacer información fuera del yugo del Régimen.
Han pasado 14 años desde aquella trágina noche de agosto en el pequeño pueblo de Peñarejos y los protagonistas no han olvidado, no han podido olvidar. Y los recuerdos vuelven. «El concepto de conciencia tiene mucha presencia ne la novela. El tormento de la culpa te acompaña toda la vida. Hasta el punto de que los criminales terminan convirtiéndose en víctimas», señaló el autor.
«Bajo la trama policíaca está el trasfondo de la situación politica. Eran los primeros años de la información en la radio privada. Fueron tiempos muy duros». Rogado tira de sus propios recuerdos como director de «Matinal Cadena SER», primero, y «Hora 25» más tarde, para reflejar la tensión diaria de los periodistas que, en prensa, radio y televisión, intentaban contar lo que pasaba. Incluso hace un guiño al mismísimo Hitchcock incluyéndose como personaje secundario en su propia novela.
Retirado de la trinchera periodística hace 13 años, Basilio Rogado sigue entregado con pasión a su oficio de escribir, en el que se inició de adolescente escribiendo textos patrocinados por una casa comercial en Radio Intercontinental. «Algunos deben morir» es su tercera novela y ya está preparando la cuarta. «A mí, escribir me sale prácticamente sin más. Me ha salido largo este libro (cerca de 650 páginas) porque no tengo sentido de la medida», bromeó Rogado.

El periodista analizó los retos del periodismo actual, y reivindicó la independencia del profesional recordando que un periodista «no puede ser amigo de un político«. Y puso un ejemplo: «Cuando toda la gente hablaba mal de José María García es porque lo hacía bien. Porque si eres realmente independiente, al final te quedas solo».
«Cita a las cinco», haciendo historia
El secretario de ASPE, Roberto Zamarbide, que presentó el acto y conversó con el autor, le invitó a compartir con el público de Letras Corsarias aquel momento en que una propuesta del subdirector de la SER Tomás Martín Blanco «cambiaría la historia de la radio en España». «Me ofrecieron dirigir el primer magacine de tarde en la radio, «Cita a las cinco«. Entonces —contó Rogado— sonaba aquella canción de The Buggles «El video mató a la estrella de la radio». En este caso no fue el video, fui yo, porque aquel programa acabó con las históricas radionovelas y con el cuadro de actores de la Cadena SER».
En el momento más divertido de la amena charla de Basilio Rogado en Salamanca, los asistentes a la presentación de su libro pudieron escuchar un fragmento del citado programa «Cita a las cinco«, en el que Camilo José Cela y Rafael Alberti, dos de los más importantes escritores de cada una de ‘las dos Españas’ surgidas en el golpe del 36 y la Guerra Civil, charlaban amistosamente dirigiéndose ‘versos de picadillo’ subidos de tono.
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